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Lo que toda candidata debe saber: Una mirada a la participación política de la mujer cajamarquina


Foto: Jorge Camacho


GOBIERNA: Observatorio de Vigilancia Ciudadana ha sido invitado al taller de liderazgo político organizado por TRANSPARENCIA y WIPHALA, en alianza con diversas instituciones. Es por ello que ha centrado esta entrega en mirar los procesos electorales y cómo las organizaciones políticas han ido involucrando a la mujer en los mismos.


Un mirada teórica

El cambio de relaciones entre Estado y sociedad que se dio en América Latina a finales de los ochenta y principios de los noventa, “trajo consigo la expansión del proyecto democrático que estuvo anclado directamente a cambios estructurales y que, consecuentemente, generaron la emergencia de la protesta social que no sólo abordaría aspectos referidos a la atención de necesidades básicas, sino que también demandaría la inclusión política” (More Muñoz, 2015, pág. 8).


La expansión de la democracia abriría importantes espacios de participación, y permitiría el crecimiento de la ciudadanía, “expresión inusual en el pasado y que desde los ochenta adquirió nueva significación en el mundo y en particular en Latinoamérica” (Cheresky, 2006, pág. 72) este crecimiento de la ciudadanía, permitió que se revalore la libertad política, la representación misma, así como el acto electoral.


En este contexto – entre aperturas y objeciones – se empiezan a producir pequeños logros en la lucha de las mujeres contra la discriminación de género; con ello, las mujeres se harían presentes “como actores y sujetos sociales de pleno derecho, altamente competentes en muchas de las esferas de la vida pública y, finalmente, como sujetos relevantes para el desarrollo de sus comunidades de pertenencia” (Morán & Revilla, 2008, pág. 160). En nuestro país, tras largos años de lucha, un 7 de septiembre de 1955 el general Manuel A. Odría promulgó la Ley N° 12391 que otorgaba el voto femenino a la mujer peruana; es importante señalar que nuestro país “fue el penúltimo país de América Latina (antes de Paraguay) en insertarse en una democracia que aceptaba a la mujer como seres con capacidad de sufragar” (Redaccion RPP, 2012). Este sin lugar a duda marca un hito importante en los inicios de la participación electoral de las mujeres de nuestro país.


Ya en el siglo XX, sobre todo en la década de Fujimori, las mujeres serían vistas como “un apetecible caudal de votos y la posibilidad de enriquecer su reconocimiento internacional bajo las banderas del anti machismo y la equidad” (Blondet, 2004, pág. 3), es por ello que se decretaron diversas medidas orientadas de manera especial a distintos grupos de mujeres a quienes se les dio una atención y prioridad nunca antes vista abriendo así el camino de la participación de las mujeres en la escena política .


En nuestro contexto, Barrantes Z. & Urteaga G., 1994, documentaron el quehacer de las mujeres de nuestra ciudad existente desde finales del siglo XIX hasta la década del 90, y al abordar el tema de las agrupaciones políticas, refieren que:

La mujer cajamarquina de extracción urbana es la que más participación política ha tenido. El sector rural permanece al margen de este quehacer y es más bien utilizado para fines de campaña y propaganda partidista.


En las agrupaciones políticas la mujer ha tenido una plataforma para volcarse no solamente a la propagación de una ideología, sino también para emprender campañas de defensa, apoyo y ayuda a los sectores marginados. (pág. 297). Entre idas y venidas la participación política de la mujer ha ido configurándose recién en nuestros tiempos; dicha configuración se ha generado a partir de luchas y procesos de incidencia que han permitido poner en la agenda política las necesidades de las mujeres; así, La primera referencia normativa a la aplicación de la cuota electoral de género en nuestro país se dio a través del artículo 116 de la Ley Nº 26859, Ley Orgánica de Elecciones, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 01 de octubre de 1997, que estableció: “Las listas de candidatos al Congreso deben incluir un número no menor del 25% de mujeres o de varones”.


Las elecciones municipales de 1998 fueron las primeras en las que se aplicó la cuota electoral de género en nuestro país.

En esta ocasión, el JNE, mediante la Resolución Nº 280-1998-JNE, estableció el número mínimo de varones o mujeres que debían estar incluidos en las listas de candidatos. Los resultados electorales mostraron un inmediato incremento en el número de mujeres electas para desempeñar cargos ediles (Vilca Malca, 2014). La cuota electoral de género ha permitido la apertura e inclusión de las mujeres en los procesos electorales, básicamente esta participación ha sido impulsada no como un proceso “natural”, sino a partir de la inclusión de mecanismos legales que permitan hacer esta inclusión efectiva, más no real.


CAJAMARCA Y LA PARTICIPACIÓN FEMENINA

Yendo al meollo del asunto; a partir de la recuperación de la democracia, la población electoral femenina en nuestra región ha experimentado un incremento interesante respecto a la población masculina; esta cifra creciente debería ser un indicativo para que las organizaciones y partidos políticos, generen espacios para una mayor participación y empoderamiento de las mujeres en la vida política regional; en el siguiente gráfico mostramos este incremento señalado:


Respecto al cumplimiento de la ley 28094, de Partidos Políticos, promulgada en el año 2003, que incluyó la obligatoriedad de la cuota del 30% de mujeres en las listas de candidatos para cargos de dirección de los partidos o agrupaciones políticas, en nuestra región desde las eleciones del 2002, hasta las del 2014, el respeto de dicha ley ha sido muy variante y no ha existido el compromiso por parte de las agrupaciones y/o partidos políticos por cumplir cabalmente con lo dispuesto; así, en las eleecciones del 2002 (antes que se promulgue la ley de cuotas para las elecciones regionales y municipales) la participación de las candidatas llegó al 27%, en su nivel más alto y del otro lado solo fueron incluidas en un 7%.


Ya con la ley promulgada, para las elecciones del año 2006, los procentajes reportan que hubo una mayor inclusión de mujeres en las agrupaciones y/o partidos políticos, fluctuando la participación entre 40% como máximo y 20% como mínimo, esto da a notar que más que el compromiso de inclusión, el incremento de participación se impulsó a partir del cuerpo jurídico implementado años antes al proceso electoral, y como toda “noramativa nueva”, generó un mayor cumplimiento, así se refleja en el siguiente gráfico.


Las estadísticas de las elecciones regionales del 2010 permite ver el incremento en el cumplimiento de la cuota de género y como se muestra en el gráfico, al menos 04 de las agrupaciones políticas superaron la cuota solicitada; mientras que las agrupaciones restantes si bien no cumplieron, tampoco estuvieron lejos de hacerlo.


Finalmente , en las pasadas elecciones, el cumplimiento de la cuota de género ha sido uniforme, todos los partidos y/o agrupaciones políticas incluyeron en sus listas solamente al 28% de candidatas, incumpliendo así la cuota de género de 30% establecidad por ley. En el gráfico Nº 05 presentamos dicha data.


Parte importante de la problemática que existe en nuestra región sobre el tema, no solo se debe al poco compromiso de las agrupaciones y/o partidos políticos por cumplir los establecido en la ley, sino también al escazo trabajo de información e inclusión de cuadros femeninos en las diferentes tiendas polítcias, como consecuencia genera que al momento de incluir a candidatas mujeres no se las incluya con la seriedad que el caso amerita y se las tome como el cumplimiento de una mera formalidad.


Por otro lado, si vemos la elección de candidatas en los procesos regionales del 2002 al 2014, vamos a poder presenciar porcentajes muy bajos de representantes mujeres en este espacio, el número de candidatas elegidas llegó a su máximo en el año 2003, en el que se eligieron a 03 representantes mujeres como consejeras regionales de las provincias de Cajamarca y San Ignacio; en el siguiente gráfico presentamos el % de mujeres electas en los procesos electorales antes mencionados.


PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN LAS ELECCIONES MUNICIPALES PROVINCIALES 2002, 2006, 2010 y 2014.

En este tópico, pretendemos dar una mirada general pero a la vez explicativa de cómo ha variado la participación de la mujer en las listas que han presentado las diversas organizaciones participantes en los procesos electorales correspondientes a las Municipales Provinciales de la Región Cajamarca.


El siguiente cuadro nos muestra el número total de candidatos que se han presentado a los procesos electorales antes mencionados, y el número total de mujeres participantes así como también la relación entre el número total de mujeres frente al total de personas que componen las diferentes listas participantes.


Como se puede observar en el cuadro, si bien el porcentaje es superior a la cuota establecida por ley de participación (30%), y ha experimentado un ligero crecimiento, es menor al 40% lo cual nos indica que “hay hermanos muchísimo que hacer”.


Ahora bien, otro tema importante para medir la efectiva participación de la mujer en los procesos electorales, es la elegibilidad de éstas ¿Qué queremos decir con esto? Que queremos ver cuántas mujeres se encuentran, dentro de una lista, en las posiciones donde tienen la posibilidad de ser elegidas es decir dentro de la mitad superior de dicha lista de candidatos. El siguiente cuadro nos muestra el porcentaje de elegibilidad en las diferentes elecciones para alcaldes provinciales.

El cuadro anterior nos muestra que el porcentaje de elegibilidad de las mujeres que participan en los procesos electorales ha disminuido del 53% en el proceso del 2002 a 48% en el proceso electoral municipal del 2014. Si trazamos una comparación con el porcentaje de participación femenina en dichos procesos, se puede ver que pareciera que “están siendo empujadas a los últimos lugares de las listas”. En concordancia con los temas anteriores, el siguiente gráfico nos muestra el porcentaje de mujeres en las diferentes ubicaciones de las listas participantes en los procesos electorales con respecto al total de mujeres participantes.

Como se puede visualizar en el gráfico, la mayor parte de las mujeres que componen las listas electorales se encuentran en lugares “intermedios”, es decir, en posiciones del 6to al 9no, con lo que reducen sus posibilidades de ser elegidas. Es necesario indicar que de acuerdo a lo establecido por la ley de elecciones municipales cada provincia recibe un determinado número de regidores a elegir de acuerdo a la población que vive en ella. Por ejemplo en el año 2014, la provincia de Cajamarca eligió 13 regidores y regidoras mientras, que en el otro extremo, San Pablo sólo eligió 5.


Siguiendo con nuestro análisis, vamos a comparar la cantidad de mujeres que, de acuerdo a su posición, tienen posibilidades de ser elegidas en un proceso electoral con las mujeres que han sido elegidas en el proceso electoral tanto como alcaldesas y como regidoras.

El gráfico nos muestra la relación existente entre las mujeres elegidas para algún cargo público dentro de las Municipalidades Provinciales, y las mujeres que componen un partido político y tienen la posibilidad de ser elegidas.

Nota:

Una mujer candidata es elegible cuando se encuentra ubicada dentro de la lista, desde la candidatura a la Alcaldía hasta el último puesto de regidores que alcanza la lista ganadora.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Barrantes Z., C., & Urteaga G., R. (1994). Mirando más de un siglo: organizaciones femeninas en Cajamarca. Cajamarca: Asociación Mujer Familia.

Blondet, C. (2004). Lecciones de la participación política de las mujeres. Suiza: UNSRID.

Cheresky, I. (2006). La ciudadanía en el centro de la escena. En I. Cheresky, Ciudadanía, sociedad civil y participación política (págs. 61-108). Buenos Aires: Miño y Dávila Editores.

Morán, M., & Revilla, M. (2008). Mujeres y política en América Latina: más allá de la participación política formal. En M. Prieto, Mujeres y escenarios ciudadanos (págs. 159-194). Quito: FLACSO.

More Muñoz, H. (2015). ¿PARTICIPAR?, ¿PARA QUÉ?: Evaluación de la experiencia del Presupuesto Participativo en Cajamarca 2010-2014. Madrid: Universidad Compluetense de Madrid.

Redaccion RPP. (07 de Septiembre de 2012). El voto femenino en el Perú: 57 años del derecho de elegir un gobierno. Lima, Perú.

Vilca Malca, F. (20 de Agosto de 2014). blog.pucp.edu.pe. Obtenido de Blog de Fernando Vidal Malca: http://blog.pucp.edu.pe/blog/fernandovidalm/2014/08/20/aplicaci-n-de-la-ley-de-cuotas-en-el-per/

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